Pasan los días y las horas
y el peso de nuestras decisiones viene a buscarnos,
a distraernos, a recordarnos las sentencias pronunciadas,
los condenados a muerte, los arrojados al olvido...
y el oráculo sigue en silencio...
Nos atormentan los podría haber sido,
y si yo, y si ella, y si nunca, y si mejor...
nos golpean con sus alas los pensamientos
y en su continuo revoloteo a nuestro alrededor
flagelan nuestra mente y nuestro cuerpo,
de la misma manera en que nos marcan las alas de los murciélagos
en la más oscura de las noches...
pero el oráculo sigue en silencio
y calla las respuestas,
de nuevo se esfuerza por no decirlas y lo logra...
Nunca sabré qué dijo el oráculo,
o qué intentó susurrarme en el descuido del ojo 99 de Argos,
si esas palabras fueron el viento,
o me las gritaba mi corazón que yace bajo tantos escombros
y realidades,
solo sé que le dije adiós con mucho dolor, "tal vez no nos volvamos a ver".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario