Los muros caen aturdidos por el silencio de esta casa
la recorro en todos los sentidos
escapando de mi propio ser
los objetos no me dirigen la palabra
me ahoga no encontrarte,
no verte de nuevo.
Ciega mis sentidos el no ser dueño de mí mismo,
y cómo esta náusea por mareas me inunda
Es pesado permanecer tanto tiempo en silencio
dirigiéndome palabras a mí mismo,
o enloqueciendo tratando de armar un monólogo
contra ti,
ni la vigilia, ni el descanso son cura para mi espíritu atormentado
Nada me sosiega,
ni en la nada me complazco,
la soledad que añoraba
ahora me cubre de sudor frío,
sudor acompañado de mis más terribles miedos
y las más lapidantes angustias
La fortaleza que me habitaba me abandona,
he sido traicionado por mi propio inconciente
y ahora me persigue empuñando mis culpas
quiere por fin dar cuenta de mí,
de mis pecados, de mis faltas y mis olvidos.
Tras otro muro caído esperaré,
esperaré a que de alguna forma termine mi castigo.
Pensamientos, intentos de poesía, erotismo, reflexiones y temas varios. -------- "Porque me ven la barba y el pelo y la alta pipa dicen que soy poeta..., cuando no porque iluso suelo rimar –en verso de contorno difuso- mi viaje byroniano por las vegas del Zipa..., ... ¡Y tanta tierra inútil por escasez de músculos! ¡Y tanta industria novísima! ¡tanto almacén enorme! Pero es tan bello ver fugarse los crepúsculos... (Tergiversaciones, LEON DE GREIFF)"
martes, febrero 22, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario