Sea la noche
esta penumbra maloliente y densa
amontonada de pensamientos
cual demonios refulgentes
asediándome con la oscuridad de sus insinuaciones
colmada de tantas hambres y hastíos
ciego de día
ciego de noche
camino y no me veo
no me siento
avanzo en esta luna nueva
sin estrellas, ni ciudades en el horizonte
escapando de mi mismo
y de mis propias cárceles
me pregunto
cuantas horas más
cuantos días más
cuantos años más
cuantos cuepos y besos más
para ver de nuevo una luz
que no me hiera
ni me deje más lejos de donde he empezado
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