lunes, enero 31, 2005

Escritura con silencio

Déjame te escribo una carta con mi silencio,
con el sentimiento de quien dice adiós;
no sé cómo calmar mi corazón,
ni como consolar el tuyo.

A veces lo mejor de los caminos es recorrerlos;
ver los parajes, disfrutar de la brisa,
contar estrellas y tomarse de las manos
A veces lo mejor de los caminos es recorrerlos;
lo malo, es llegar al final de ellos.

Déjame te escribo con silencio
este dolor que estoy causando,
este adiós que no comprendo,
esos ojos que no estoy mirando
Lleno las horas de palabras y no se acomodan,
adiós, es muy corto para tanto sentimiento

Escribir este adiós en silencio
es como escribir Amar sobre el agua,
No hay palabras
no hay palabras
sólo silencio y el agua agitada por tanto sentimiento.

sábado, enero 29, 2005

La última declaración del jardinero

Bella flor ¿por qué te empeñas en hacer crecer tus espinas?
¿por qué olvidaste a tu jardinero?

En las mañanas me levanto,
salgo a buscarte con prisa
y contemplo como con enojo encaras el día
con el enojo de quien esta solo y no seguirá estándolo...
no con la calma de quien disfruta la sabia y verdadera soledad.

Miro con tristeza como
olvidas que mis manos siempre seguirán ahí para cuidarte,
para hacerte menos pesadas las inclemencias del clima,
sin importar cuantas espinas tenga que dejar que me traspasen
y hagan brotar la sangre que hierve por ti..
en contraposicion a esto,
aumentas las espinas e inventas recuerdos
que impiden acercarme

bella flor, aunque hay muchos jardineros
solo yo te miro con verdadero amor...
tus pétalos me cautivan, la cadencia de tu rama me enloquece,
y la voluptosidad de tus hojas me desborda...
pero a tu corazón ya no sé como llegar
se perdió el sendero que tan fácil recorría un tiempo atrás
no sé cuanto tiempo resistiré
cuidando de lejos lo que ya no es mio
no sé cuanto tiempo seguiré
ejerciendo en esta ingrata profesiòn
de un jardinero que cuida una flor
que perdió una noche de abril su corazón.

viernes, enero 28, 2005

Homenaje a tu Eros

Te empiezo a recorrer
y poco a poco veo como los dioses sin merecerlo
al fin me bendicen...

Como tu piel regala a la mia ternura y calidez...
reflexiono en el eterno cóncavo y convexo,
en como a ti delicada y suave llega la dureza de mi ser
y como a mi, tosco y fuerte me cobija la dulzura del tuyo.

son misterios que disfruto al recorrete con mis ojos llenos de deseo
y que hacen palpitar mis manos en el suave contacto.

A veces en las noches...
imagino el bailar de tus caderas sobre las mías,
como nos regalamos placer
y ambos bebemos del dulce sudor de nuestros cuerpos...
como tus besos colman los míos
como tus manos logran tocarme el alma
como tu piel fresca y suave
logra curar mi corazón
y como las palabras susurradas
convierten a este mortal ser, en un elegido,
que copula con una mujer en la que habita afrodita y venus al tiempo.

Bendigo tu sexo
y cada centimetro de tu cuerpo
cada poro que fue besado, analizado y detallado
lanzo vivas por tus lunares, todos contabilizados
y hasta hoy sé que no superan los 42,
eso sin contar las 53 pecas que ponen a suspirar...

Continuo vaivén de los cuerpos
que en las noches de soledad y deseo
me viene a visitar

miércoles, enero 26, 2005

Cristal oscuro

De nada servirá que con mis manos atrape mi cabeza,
y quiera hacerla entender cosas que más bien parecen maleficios,
o juegos bizarros, o palabras dichas en lenguajes antiguos no vueltos recordar...
no servirá que tome con mis manos tu piel lejana
y que trate incansablemente de transmitirle algo de calidez,
algo de recuerdo...

Ni lágrimas, ni lamentos,
ni el más sensato de los tratos
ablandarán tu corazón endurecido por la sinrazón...

A tu urna de cristal
mis palabras no llegan
y las tuyas hacia mi no son claras...
a ratos, se escapan palabras de realidades que no comprendo,
momentos que no fueron vividos
o por lo menos yo no los vivi así.

¿Cuándo aprendiste el lenguaje del adios?,
¿por qué no logro traducir todas sus palabras?,
talvez ese cristal oculta tras su transparencia
la oscuridad de todo este dolor.

lunes, enero 24, 2005

Un cuento de navidad (2003)

Dos timbres ensordecedores del Metro de una manera mágica me hicieron acordar de ella; esa mañana el sol entró cálidamente a través de las cortinas de mi casa y comenzó lentamente a funcionar el día 23 de diciembre. Lamentablemente había que ir a trabajar, pero bueno no era el único, en el Metro iban otros con la misma tragedia, el muchacho de cachucha roja y unas letras pintadas en las falanges de la mano derecha; a duras penas logre distinguir una estrella, una c y una erre, talvez significaban Carolina Rivera, la estrella de mi vida... en fin, algo típico en los hombres de los barrios populares de mi ciudad.

También estaba en el Metro la embarazada de pie; era extraño, pues desde que empezó la cultura-Metro, la ciudad ha cambiado y es difícil ver una mujer en estado de gravidez de pie; quién sabe por qué sería, talvez los que ibamos a trabajar ese día, teníamos poquito espiritu navideño, o simplemente por esas cosas, los que estaban sentados estaban pensando en los regalos que no habían comprado o haciendo balance mental de fin de año y no la vieron. En fin, fueron muchas cosas las que vi en el Metro mientras pensaba en ella, vi la mujer de 20 años de cuerpo normal, pero que debido a que era la más bonita en 7 metros a la redonda todos los hombres la mirábamos de reojo, pero sin querer dejarnos notar; yo siempre he pensado algo, lamentablemente se me ha olvidado preguntar, pero creo que las mujeres saben cuando las miran, cuando son el centro de las miradas y saben a que mirada responder; como lo dije antes, vi muchas cosas pero pensaba en ella, Silvia, una mujer de características connotativas, profesora de español en un preuniversitario; en mi concepto mucho para esos muchachos, pues ella es una apasionada de la lengua, aunque ahora que menciono ese secreto órgano que encierran nuestros dientes, también la domina muy bien cuando se trata de amores y de besos; divertida, inteligente, separada, madre de una hermosa niña, interesante, amante de la literatura y la filosofía, de libros modernos y antiguos, de Grecia y la ficción inglesa, rica en palabras, diccionario andante y sobre todo muy, muy pero muy especial - aunque esta expresion suene a credencial que uno entregaba a las novias en los 80`s -. A ella, a Silvia, la encontré por casualidad hace unos meses, en esas búsquedas que hacemos los hombres (y la mujeres también, creo) en Internet para encontrar a alguien afín; y pensé, "pues buscaré a alguien que también este separado como yo - al fin y al cabo me entenderá un poco -", y definitivamente el criterio de búsqueda (concepto que manejo bien y que Google sabe dar testimonio de ello) era el acertado, ella era la única de las mujeres de mi ciudad dentro del directorio de miembros de Yahoo que aceptaba ser separada. Le escribí un par de palabras, comenzamos a salir, nos propusimos un trato de buena amistad (pues la verdad aún no me encuentro preparado para dar verdadero amor, aún me encuentro pensando en mi anterior matrimonio y pienso que no es justo que alguien reciba amor viciado por dolores de otro mal amor), compartimos unos momentos maravillosos de intimidad y estoy aca en pleno metro bajándome de la estacion Poblado pensando en qué decirle de Navidad.

domingo, enero 23, 2005

Olvido

Decidiste olvidarme
ponerme junto a las cosas de no volver a hacer,
cuentas los días que pasas sumando,
los "nunca jamás" y los "no volverá a ser"


¿Sabes qué?
De ahí no me voy a mover,
la verdad no me interesa,
dejaré que el polvo invada los rincones de esto que talvez ni nombre tuvo...
sos tan pasado para mí, como para ti yo soy tu continuo sumar.

domingo, enero 16, 2005

Sin fin

y la vida se rehusa a darnos signos:
un rasgo, un nombre, una seña particular
que la haga sobresalir de las demás...

y en ese tonto juego de la vida guardarnos el secreto
de quien hará más vivibles estos, a ratos, insoportables días, meses y hasta años,
nos vemos saltando de cuerpo en cuerpo,
de cama en cama, de beso en beso, de boca en boca...

y de tanto saltar, probar, palpar y soñar
perdemos el sentido del tacto, el sentido de lo bello,
hasta que al fin el cansancio y el silencio de pronto nos den respuesta
o nos dejen, irónicamente, de nuevo al principio de este verso.

viernes, enero 14, 2005

Renuncia a conjuros

Lo sé
no hay palabras que te hagan volver,
no hay conjuros que logren que vuelvas a sentir,
no hay artificios para que tus ojos vuelvan a brillar al verme.

El amor se fue...
se fue a pasear con las tristezas, los rencores y las discusiones no superadas;
en ese paseo se perdió en el bosque del olvido
y enceguecido de pánico decidió quitarse la vida con el último atardecer de abril.

Desesperado una noche salí a buscarlo,
me armé de los mejores recuerdos y seguí la huellas de su dolor;
recorrí el bosque y me guiaron sus más terribles sentencias y al fin lo encontré...
no quiero recordar lo que vi, no soy capaz de hacerlo,
pero como tributo, a sus pies puse todo lo bueno que me acompañaba...
y en vano invoqué dioses, brujas, soles y demonios,
ofrecí sacrificios, lágrimas, corazones jóvenes, palabras suaves, y dulces besos
y a la vida no volvió...

Renuncio a los conjuros
no los volveré a pronunciar
no se volverán a escuchar en la espesura de bosque,
pues ni una sola de mis palabras hará que ese amor que te habitó
vuelva en tus ojos a brillar.



jueves, enero 13, 2005

Abandono

Recuerdo tu piel
suave y cálida,
joven y fresca
llena de rincones por descubrir
de caricias por regalar.

Recuerdo tu boca
de besos intensos,
hogar de manjares
y puerta donde comenzaba a beber de tu alma.

Recuerdo como tus formas
voluptuosas y palpitantes
antojaban mis ojos,
tremulaban mis manos
y mi sangre hacían desbordar;
coger tus senos parecía arrancar la fruta prohibida,
me colmaban de deseo, de suspenso;
recorrer tu espalda era comprar el seguro
de ir a morir en el precipicio de tus caderas,
era saber que nunca te iba a olvidar.

Recuerdo tu sexo
presentido en el olor de tu cuello,
vibrante desde la primera caricia
carnoso, húmedo y perfecto
delicioso y abismal,
silencioso, estrecho y generoso.

Tu ser en mi memoria sigue vivo
continuan habitando tus miradas y gestos de cuando eras mía;
y te guardaré allí perfecta,
sin error y sin tacha,
sin falla, ni mácula alguna...
pero desde que tu corazón dejó de habitar en ese cuerpo
que se logró convertir en mi adoración
y templo de mi secreto culto,
habita en mí sólo el deseo de lo bello...
pero la pasion a ti me abandonó.

martes, enero 11, 2005

Matices de gris

A medida que avanzamos en la vida los colores definidos empiezan a cambiar a tonalidades diversas y lo que antes fue clasificado blanco o negro, hoy encontramos matices oscuros y claros de grices con difuminados y variaciones que no habiamos presentido ni concebido.

lunes, enero 10, 2005

Exorcismo 1

Mi corazón no se anima a olvidarte,
sos como una herida que no cierra,
que sangra y que duele cuando me recuesto sobre ella;
no sé que me pasa.

Olvidar un amor pasado fue fácil,
pero olvidarte a ti ha sido imposible
pues siento que la horma de mi corazón
aún no abandona la forma del tuyo.

Me espanta pensar en que esto tendrá sabor a obsesión,
a una sed no calmada,
a una caricia no entregada,
a un secreto no susurrado,
o a un beso que no fue robado cuando los labios estaban carnosos.

Cuándo abandonarás mi corazón y mi piel,
Cuándo dejaré de sentir a ratos tu abrazo,
Cuándo dejaré de buscar tu sonrisa,
Cuándo el deseo de ti dejará de visitarme.

Abandóname de una vez,
abrígate en otros brazos
o desaparece de mi memoria.

Sé feliz con alguien,
pero no sigas rondando mi corazón;
desaparece de mis anhelos,
desaparece de mis caricias,
bórrate de mis labios,
y hazme el último favor:
deja de habitar tan dolorosa y suavemente en mi vida

Exorcismo 2

tu fantasma me visita
me ronda, me susurra y por momentos logra tocarme
mira a través de mis ojos
visita los lugares donde quise llevarte
destella en las sonrisas que te quise robar...
me toca a ratos en los brazos de quien no logro amar

tu fantasma me visita
y en las noches te vuelvo a extrañar
ya no sos diafana como al principio
pero sin pensarlo tu olor me vuelve a visitar

tu fantasma me visita
y aún no sé si lo quiero o no alejar